IRON MAIDEN: TÁCTICA Y ESTRATEGIA
Iron Maiden, junto a KISS son de mis bandas tótem. No me las toquen porque me eñoko! Sin embargo, la devoción que les profeso no me hace ciego ni sordo. Pero el cariño es el cariño, y se vuelve feo reconocer cuando tus ídolos se resbalan. Escribir esta opinión sobre el nuevo álbum de los Maiden me llevo casi una semana. Escribir, escuchar, re-leer y re-escribir. Un círculo. Pero quería estar seguro de lo que iba a compartir con la razita que va a leer esto. En fin. Con todo el melómano amor y dolor de mi corazoncito rockero….ahí les va.
Iron Maiden es una de esas bandas que se pueden dar el lujo de decir que no le deben nada a nadie. Que todo lo que han conseguido se lo han ganado a golpe de tambor y rasgueo de guitarra.
Steve Harris, el Padre de La Doncella de Hierro, se aferró a su ideal musical y la sacó a flote pasándose por la entrepierna a una industria musical que primero aposto por el punk, luego por el new wave, y que finalmente acabo rindiéndosele a finales de los ochenta, cuando el rock metaloso fue el rey. Aguantó de todo con tal de consolidar una idea musical, y solamente por eso ya tiene un lugar asegurado en el Valhalla del metal.
Lo que el team de Iron Maiden hizo y como lo hizo, sentó un referente no solo en el rock y el metal, también en la música popular. Porque Harris tuvo la fortuna de juntarse con personas que le ayudaron a darle forma a su visión y a acicatear a la banda para hacer lo que tenían que hacer en el momento que lo tenían que hacer. Y el resultado esta ahí. Son La Banda Más Grande del Heavy Metal. Quizá no la más popular, pero si la más grande.
Por esa altura tan grande que tienen; por ese trono que han construido en su aferrarse a un sonido, a una esencia; dolía un poquito el que sus últimos 3 álbumes no le hicieran justicia al tamaño de la leyenda. En directo nunca han dejado de ser una máquina de demolición perfectamente engrasada. Pero sus grabaciones desde 2006 (“A Matter of Life & Death”, “The Final Frontier” y “The Book of Souls”) Quedaban un poquito cortas. Nunca faltas de contundencia, pero sí de emoción y de ese alguito que vuelve a las canciones, memorables.
El pensamiento general era que la veteranía les estaba ya pasando factura. Mas no es comprensible que una banda que en directo muestre las agallas que ellos mostraron hasta la gira del “Book of Souls”, grabaran esos discos …que no fueron malos, pero que no tuvieron la suficiente cantidad de adrenalina en sus surcos (o en sus 1s y 0s) que los volvieran grandiosos.
Afortunadamente, eso cambió en 2019.
EL LEGADO DE LA BESTIA
Los Maiden se habían ceñido a un ritmo de trabajo interesante: sacaban un álbum con material nuevo, hacían la correspondiente gira (que la neta, era cortita) y luego hacían la gira del recuerdo. Todo parecía estar bien cronometrado para coincidir con un nuevo lanzamiento en DVD. Sacaron el “Early Days”, que fue el Santo Grial para los fans. Todo lo que tenían enlatado en el closet, y aparte un documental de una hora contando la neta del planeta (miembros originales incluidos), todo salió. Y luego hubo una gira donde tocaron únicamente material de sus primeros 4 álbumes (el periodo correspondiente a ese “Early Days”). Igualmente lo hicieron con su joya de la corona, el álbum “Powersalve” y el “World Slavery Tour” recreados en DVD y en directo en la gira “Somewhere Back in Time”, en la que recreaban de manera espectacular su gira mas larga de los 80’s a finales de la primera década del nuevo milenio. Repitieron la fórmula en 2012-2013 con una gira que recreaba la época de “Somewhere in Time/ 7th Son of a 7th Son”.
Luego, con algunos hoyos negros en el camino (el divorcio de Harris, el cáncer de Dickinson) grabaron “The Book of Souls”; giraron por el mundo promocionándolo y, cuando todos pensábamos que seguía el tributo a su década oscura (de 1990 a 1999), anunciaron “The Legacy of The Beast Tour”
DENSO Y OSCURO, COMO UNA PREMONICIÓN
Fácilmente, “Jenjustu” es el disco de más larga gestación de los ingleses, si consideramos que se grabó a principios de 2019, y que su grabación no duró más de 3 meses. Fue grabado en un intermedio de su gira “Legacy of the Beast”, entre la parte europea y la americana de la misma. Los Maiden se habían acostumbrado, en los últimos 10 años, a un ciclo de: nuevo álbum-gira-gira del recuerdo. Sin embargo, para “Legacy of the Beast Tour”, que fue una gira de éxitos del pasado (relacionados con el video juego del mismo nombre), armaron su set list y la producción del show entorno a 3 temas: La Guerra, La Religión, El Diablo. Qué tanto influye esto en la psique de 6 músicos para que, algunos en conjunto, algunos por separado arrimaran tanta negrura a los micrófonos del estudio de grabación?
“Senjutsu”, el álbum de estudio número 17 de La Doncella, tiene la virtud de sonar más fresco que sus antecesores. Pero no deja de sonar, en muchos momentos, a cosas que se escucharon ya en el pasado. Montones de “estudiosos” pueden culpar a Kevin Shirley (el productor de Maiden en los últimos 22 años). Otros se irán tras de Steve Harris, el creador del concepto musical de la banda. El caso es que, desde hace varios años (veintidós para ser exactos) y coincidiendo con lo que a los fans se les ha dado por llamar “la reencarnación de Iron Maiden”; la Doncella cambió un tantito la cadencia de su marcha. Los medios tiempos se volvieron habituales y por el contrario, los temas rápidos fueron limitados. Los ataques musicales rápidos y cortos fueron sustituidos por canciones largas donde los arreglos de guitarra épicos se suceden una y otra vez, donde los riffs enmarcan varios compases de solos guitarreros (para eso coexisten 3 guitarristas en esa banda), y donde son comunes los cambios de motivos musicales (no tanto de tempos, si acaso de ritmos) en los cuales se nota el gusto del Jefe Harris por la grandielocuencia del progresivo setentero. Independientemente de quien sea el autor de los temas, lo comentado líneas arriba es, desde hace casi veinte años, el estilo de la música ofrecida por Iron Maiden.
Obviamente, los conciertos son otra cosa, y en ellos los Maiden hacen uso del gran arsenal de canciones que tienen, combinando la rápida energía de sus clásicos con un puñado de temas nuevos. Así que, al menos en los directos, la banda sigue con la misma contundencia de hace varios años.
Afortunadamente son, dentro de las bandas legendarias y clásicas, de las pocas que aún tienen las pelotas y la creatividad para seguir componiendo y grabando canciones. Pero bajo una estructura ya comentada. Desafortunadamente, su nuevo disco es una confirmación.
EL ALBUM
“Senjutsu” es un buen álbum. No de la altura de cualquiera de sus clásicos, pero es un buen álbum. Desgraciadamente es una muestra de querer; tener con qué; y no concretar. Eso es lo que duele, escuchar a lo largo del álbum muestras de que los seis, en conjunto, aún tienen con que…pero siguen aferrados a algo.
Hay una anécdota de The Beatles, que recordé un montón luego de la primera escucha de “Senjutsu”. Se refiere a la grabación de “Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band”. Tanto McCartney como Lennon desmintieron en su tiempo el mito de que éste fuera un álbum conceptual, temático. Efectivamente esa era la idea inicial, pero luego de tres temas la idea les dio hueva y la botaron.
El mismo sentimiento tengo al escuchar “Senjutsu”: quisieron aventurarse, explorar, experimentar…pero luego de tres canciones….la idea les dio hueva y la botaron. Nota al margen: es una suposición mia.
Luego de escuchar “The Writing on the Wall” muchos echamos las campanas al vuelo. “Vuelven los Maiden y haciendo cosas diferentes!!!” Bastante se ha hablado ya de esa canción y de lo refrescante que fue para el sonido Maiden. La incursión en los terrenos del blues (por parte de las guitarras) y el reinventar el medio tiempo made in Maiden sonó delicioso y esperanzador. Más aún, todo el concepto del Banquete de Baltazar, el video de la rola y su resonancia con la realidad actual, vaticinaban que los Iron Maiden más macarras estaban planeando su regreso. El uso que hicieron de los recursos mediáticos y la manera en que armaron el concepto del primer sencillo de su nuevo álbum lo gritaban a los cuatro vientos.
Pero, luego de escucharlo ya varias veces…
No es el mejor álbum de Iron Maiden.
Tampoco es el mejor álbum de Iron Maiden desde que resucitaron. Nota al margen: muchos llaman “La resurrección de Iron Maiden” al hecho de que volvieran a juntar con Dickinson y Smith.
Me parece que, de los últimos cuatro albums, es el más emocionante. Pero tiene todavía muchas flojedades.
Lo que voy a escribir a continuación, es el punto de vista de un fan. Un fan que ha tenido la fortuna de vivir el nacimiento, crecimiento y desarrollo de la banda. Así que piénsenlo dos veces antes de comentar una barrabasada. Se las puedo regresar con veneno.
“Senjutsu”, la rola, abre la puerta a un renacimiento. Escuchándola, realmente sientes que es el revivir de Iron Maiden, no como la banda rápida y galopante de los ochentas, pero si como una banda que ha asumido su veteranía (con los pros y los contras que esto implica), y que quiere ser una banda vigente sin tener que repetirse a ella misma. La rola es densa, pesada, los solos de lira del final y el acompañamiento de los teclados las vuelven siniestra.
Comienza “Stratego”, el segundo sencillo. Es abrazadora y atrapa….hasta que te acuerdas que el riff del principio, es el mismo riff del coro de “Caught Somewhere in Time”. Como quiera el coro levanta la rola. Y el galopar constante también. Pero es una de las dos únicas rolas rápidas….bueno a medio tiempo, del álbum.
De “The writing on the Wall” ya hablamos. Es una de las razones para tenerle fe a este álbum.
Pero “Lost in a Lost World” te jala de las patas y te devuelve a una realidad en donde Iron Maiden se repite y se repite y se repite y se repite. Quizá el principio, (acústico, vocal y con teclas) apantalle…pero lo que sigue es un repetir de las fórmulas, riffs, melodías vocales, licks que viene haciendo Maiden desde “Fear of the Dark”. Suena fuerte y hasta emociona. Pero no puedes negar que suena a varias canciones que ya se habían hecho. Y la banda se esfuerza en hacerlo notar.
“Days of Future Past” tiene un encantador principio. Contundente y esperanzador. El Riff de Lira que sigue aumenta la emoción. Emoción que no dura mucho, porque nuevamente regresamos a la repetición de esquemas. No es que no emocionen o se escuchen gachotas…es que escuchas canciones que ya habías escuchado antes. De repente, entre los solos algunas novedades….pero meramente anecdóticas.
“The Time Machine” si tiene muchas novedades en su estructura. Desde el principio. Los teclados le lucen un montón. La armonía en tonos mayores la levanta un montón, y Bruce la toma con sutil alegría para ponerse oscuro en el puente. Es un temazo!!!…hasta que repite un riff de “NPFTD”, Bruce repite una melodía y todo se cae. Cambian y se levanta, y emociona!. Pero la constante aquí es la repetición, y es lo que termina empinando la rola y el álbum.
Para el segundo disco, las cosas se ponen mas interesantes, o mas repetitivas. Según lo veas. Para mí, es el segundo disco donde Harris se dejó ir con todo. Es un disco que suena muy cinemático. Y a la vez suena muy, pero muy al Maiden ochentero. Desgraciadamente sin levantar al nivel que Iron Maiden traía en los ochentas, y no hablo de velocidad, hablo de contundencia.
“Darkest Hour” es un tema épico a mares! Con sus guitarras yo si me corto las venas!!! De los pocos solos memorables de este disco, de los pocos que me voy a aprender. Pero…nuevamente, el coro suena a muchas otras canciones.
Repito, el segundo disco es la banda sonora de un film. O de varios. Si con la anterior canción no te diste cuenta, con “Death of the Celts” seguramente aterrizas. Es una canción que injustamente ha sido llamada un fusil de “The Clansman”. Pero es entendible escuchándola. La parte central, festiva a mas no poder lláma mucho la atención. Que te caiga la Maldición Azteca si dices “se parece a Mago de Oz” En que banda creés que basó Thxus el concepto de Mago de Oz?
Las dos últimas son Harris 100/100. Pero, mientras “The Parchment” es más de lo mismo, “Hell on Heart” da un atisbo de lo que puede hacer Iron Maiden, si Harris deja un poquito la mano dura, Ádrian se mete y Dickinson se deja llevar poquito por Ádrian. Todavía tienen conqué…
Todavia estan enteros. A pesar de las enfermedades y las desavenencias. Ojalá puedan darnos su última Obra Maestra antes de partir. Tienen con qué.
Y son Iron Maiden.